La formación que reciban los y las jóvenes en el sistema educativo es determinante para el desarrollo de capacidades y el acceso a oportunidades para su incorporación al mundo laboral. En este sentido el cuarto ciclo o ciclo diversificado juega un papel fundamental, por un lado es el período en el cual los y las jóvenes tienen mayor madurez y empiezan a mostrar sus habilidades para inclinarse por algún oficio o carrera determinada, por otro lado muchos de los que logran concluir y, la gran mayoría de los que no, están a las puertas de su incorporación al mundo del trabajo.